Todo nacimiento es motivo de alegría. Y en el Grupo A Curtidoria estamos de celebración porque la familia crece con un nuevo hermano, la Pensión Libredón. Con éste ya somos cinco. Cinco hermanos que aunque hayan crecido con el mismo cariño, mimo e ilusión nos han salido diferentes.

A Curtidoria. El hermano mayor. Bohemio, tranquilo y responsable. Es el alma máter de la familia. De porte elegante y amante del buen gusto, le encanta cuidar hasta el último detalle para hacerte sentir como en casa. Amante del arte, vive en uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad de Santiago de Compostela, al ladito de la Catedral. Se caracteriza por su gran personalidad. En él disfrutarás de una auténtica velada.

Reno Restaurante. El segundo de la familia. A pesar de su carácter desenfadado también cuida mucho los detalles. Optó por la zona nueva de la ciudad para instalarse porque le gusta el ajetreo de la vida laboral. Le encanta reunirse con sus amigos, bien sea para desayunar, para la sesión vermut o para cenar. Su carácter extrovertido, dinámico y jovial ha hecho que cuente con amistades de toda índole. Se rodea de un grupo de lo más variopinto; banqueros, actores, galeristas de arte… Y es que el Reno, nunca dejará de sorprendernos.

Muelle 39. Dicen que los extremos suelen ser los más traviesos de la familia… Pues en este caso el más gamberro nos ha salido el tercero. Vive en Esteiro, en la ría de Noia, a pie de playa. No le gusta mucho madrugar y trabaja solamente los meses de verano. De verdadero espíritu libre, es joven e informal a la par que trasnochador; de ahí el gusto por la buena coctelería.

Casa Isabel. La niña bonita. Al igual que su hermano, Muelle 39, vive en Esteiro, pero en la parte rural. Amante de la naturaleza y de la vida sana, es muy acogedora y familiar. Sin querer abandonar el pasado ni la tradición, se adapta perfectamente a las comodidades del día a día. Es una muy buena anfitriona y hará todo lo posible para que te sientas como en tu propia casa.

Pensión Libredón. Ha hecho del pragmatismo su virtud. Amante de la sencillez, de carácter alegre y espíritu hospitalario, Libredón se ubica en una de las zonas con más encanto de la capital gallega. Es tranquilo, acogedor y hogareño. Sabe valorar las pequeñas cosas lo que le hace disfrutar más de ellas.